Alpiste, perdiste!

Se conocieron en un boliche. Se miraron; se gustaron, pero no pasó nada. Ella lo único que sabía era que él trabajaba en un resto. Una noche se animó, llamó, él la atendió e hicieron el contacto. Durante siete meses se mandaron sms, pero de verse ni hablar. Obviamente, ella se cansó, avanzó y lo invitó a tomar algo. La salida no se concretó: terminaron en su depto, furor incluido. Así siguieron durante un tiempo, hasta que una noche ella lo llamó con intenciones de rockanrrolear y él le contestó: "No te conté, pero este fin de semana conocí a una chica y estoy re enganchado, perdoname".
La chica resultó ser una veterana que le duró menos de un round en la cama, entonces, él volvió con el caballo cansado, pretendiendo volver el tiempo atrás para poder difrutar nuevamente de la magia de ella. Too late.

Los hermanos sean unidos...

Martín y Georgi se conocían del colegio: él compartía el curso con Nati, la hermana de ella. Georgi hacía tiempo lo había fichado, pero no se animaba a acercarse. Una mañana, le llegó un sms de un número desconocido (era él). Mensaje va, mensaje viene, arreglaron para verse y chaparon. A las dos semanas de estar juntos, hubo una fiesta. Ahí los que chaparon... ¡fueron Martín y Nati! Cuando Georgi se enteró, se peleó a muerte con su hermana. Ella, arrepentida, le juraba que no iba a volver a pasar. Ante la insistencia, la perdonó. Pero semanas después, se repitió la historia.

Donde comen dos, comen tres (Parte IV)


Semanas después del incidente, la compañera le seguía insistiendo al rubio para salir. Lo ametrallaba a sms invitándolo a comer, al cine, a cualquier lugar donde pudieran estar solos. Él la esquivaba como podía, hasta que no tuvo alternativa. Pero la chica, que no estaba viviendo ya en el mismo hogar, no se enteraba de nada: ni del bombardeo de mensajes ni, mucho menos, de las sucesivas salidas que tuvieron. Ella había conocido a un tano espectacular y estaba empezando algo con él. Y, mientras que la compañera deseaba que la chica muriera de celos por sus citas con el yankee, ésta estaba en otra sintonía, embobada con el cocinero europeo.
Así pasaron las semanas hasta que llegó la última noche de las cuatro en USA. Habían arreglado para ir a comer todas juntas con el rubio. Pero pasó algo que arruinó los planes...

Titular y Suplente

Conocí a mi novia hace unos meses. Además de la edad (es unos años más chica), nos separan un poco más de 50 km, por eso nos vemos 3 días por semana. Durante uno de mis días libre-de-novia conocí a una rubia despampanante que me partió la cabeza, y empezamos a salir. Ella sabe que tengo novia pero no le interesa, puede compartirme. Por unas semanas pasé la mitad de la semana con mi novia oficial y la otra mitad con la de repuesto, pero después me arrepentí y ahora sólo estoy con mi novia.

-Agradecemos a uno de nuestros
lectores por habernos enviado esta historia.

Un príncipe que destiñó al tercer lavado

Conocí a M en un bar. Yo estaba con unas copitas encima y no recordé su cara. Después de varios sms, arreglamos para volvernos a ver. Increíblemente, no estaba nada mal y... ¡era caballero! Un punto a favor. Durante las veces que salimos, se portó como un príncipe azul. Pero a los dos meses tuvimos una charla por msn: "Tenemos que hablar =(", me puso. La paciencia no es mi mejor virtud así que le pedí una pista y me la dió. ¿Cuál era su dilema? ¡Su ex! Se había cruzado con ella y habían saltado chispas (chispas, fuegos artificiales, malabaristas y todo el circo).

Luego de pedirme perdón reiteradas veces, le dije que no pasaba nada, que uno no elegía de quien enamorarse, etc. Y él me contestó: "Un beso, nos vemos". ¡¿NOS VEMOS?! No querido, ¡así no me podes contestar después de decirme que me dejas tirada como un perro por tu ex!.

-Agradecemos a una de nuestras
lectoras por habernos enviado esta historia.

 

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